En el desayuno o a la hora del té, solo/a, con amigos o colegas de trabajo, presume de creatividad con tu taza personalizada. En este fácil tutorial te enseñamos cómo decorar tu taza paso a paso. ¡Comenzamos!
Elige una taza de bizcocho cerámico y limpia cuidadosamente el exterior, el interior y la base.
Realiza el diseño, en papel, que colocarás en la taza. Haz tu boceto con el mismo tamaño que se verá.
Toma papel carbón y calca tu diseño en la superficie de la taza.
Siguiendo el calco, pinta el primer color de tu elección con esmalte cerámico.
Si en tu diseño has previsto un segundo color, píntalo como en el paso anterior: siguiendo el calco de tu diseño.
Una vez pintado el diseño, dibuja los detalles que quieras añadir.
Pinta los detalles con esmalte cerámico.
Deja secar todos los elementos que has pintado. Verás que el esmalte está seco por el cambio de color.
Cubre con esmalte transparente toda la taza. Empieza por el interior. Aplica 2 ó 3 capas. Consulta las recomendaciones del fabricante para cada tipo de esmalte.
Tras pintar el interior, pinta la parte exterior, cubriendo también los dibujos. Dejaremos por pintar únicamente la base de la pieza.
Pinta el borde superior de la taza para igualar el interior con el exterior.
Tras pintar la taza, repasa la base de la pieza con la esponja húmeda para quitar cualquier resto de esmalte que nos haya quedado. La base debe quedar libre de esmalte para evitar que la pieza se pegue al horno al cocerse.
Deja secar la pieza con tranquilidad. Verás que el esmalte está seco por el cambio de color.
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